Receta estrella por excelencia. De las buenas. De las que triunfan. Porque yo no se tú, pero yo no conozco a nadie a quien no le gusten las patatas fritas!
Pero claro, fritas en litros de aceite, dejan de ser el acompañamiento más sano para cualquier plato… Y como cualquier otro frito, son de digestión pesada y no sientan siempre demasiado bien.
Pero… ¿Y si existieran las patatas ‘fritas’ sanas?
Entonces podríamos comer siempre que quisiéramos!!
No se hable más, patatas fritas para todos!
Quedan crujientes y deliciosas, además, acompañadas de guacamole y lechuga son inmejorables.
Para 1 ración
¿Qué necesitas?
- 1 patata grande ó 2 medianas
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva
- 1 cucharadita de orégano
- sal & pimienta al gusto
¿Cómo se hace?
- Limpiar la patata con agua para eliminar restos de tierra
- Cortar a tiras y colocar en la bandeja del horno previamente cubierta con papel para hornear
- Verter por encima el aceite, el orégano, pimienta & sal y mezclar bien para que queden las patatas bien impregnadas
- Hornear a 200ºC hasta que estén doradas (35-40 min aprox.)
- Servir y comer!
¿Algún truco?
No hace falta remover las patatas durante el horneado, pero si el horno es más potente por abajo suelen dorarse antes por ese lado. En ese caso, es recomendable girar las patatas con cuidado de no romperlas para que queden doradas y crujientes por todos los lados.
He de confesar que se ha convertido en una de mis recetas favoritas, y que posiblemente, si la pruebas, se convierta en una de las tuyas también 🙂
Por cierto, bienvenido otoño!
Ma.
Ma. muchas gracias por compartir esta receta,no solo por el carácter sano,que es importante,también porque este modo de hacer patatas es fácil y limpio. Estoy encantada con el poco aceite que he usado.
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super chula la web!
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